COMO EN LA PELÍCULA RATATOUILLE ¡Cualquiera puede prefabricar! ¿Lo crees tú?

Tengo 3 hijos y como les debe pasar a todos lo que son padres, y también tíos, primos y cualquiera con pequeños en familia, es inevitable haber visto más de 10 veces la película Ratatouille que comienza señalando “cualquiera puede cocinar” que trae una respuesta inmediata, cualquiera, por lo tanto, tiene la oportunidad de degustar y disfrutar dicha comida, obvio, porque se puede dar a entender que estará disponible para cualquier bolsillo. Lo que sigue a continuación es si te gusta dicha comida, en sabor, presentación, cantidad, etc. obviamente depende de cada uno. 

Comidas hay de todo tipo y del mismo modo, con diferencias en su presentación, servicio y tiempos de entrega, y valores. Pero si la comida no está bien preparada, te vas a enfermar, si los ingredientes que consideras te generan una alergia o son contraindicados, no te vas a sentir bien y la experiencia no será agradable. 

En la industria de los prefabricados de concreto (hormigón) sucede lo mismo, efectivamente cualquiera puede prefabricar, no puedes evitar que cualquier profesional, organización, grupo empresarial, cementera, constructora, inmobiliaria, o inversionista comience a prefabricar.

Sin embargo, se han identificado en la industria preparaciones que parten mal desde la etapa de diseño con una mala receta de cómo y qué prefabricar y por qué prefabricar (no se evalúa el potencial de uso de prefabricados), luego los ingredientes, con materiales, modulaciones inadecuadas y finalmente una entrega del producto y servicio con errores, es decir, servicio de entrega y conexiones para los segmentos que impactan en ejecutar obras que siendo prefabricadas, requieren similar mano de obra y materiales que en un proyecto tradicional, por ejemplo. 

Introducirse en el negocio de los prefabricados requiere entender que existen procesos a lo largo de la cadena de valor que exigen conocimiento y experiencia. 

Hay que pensar en modo industrializado para construir con prefabricados y para eso hay que convertirse (nadie nace industrializado), porque nos enfrentamos a una continua línea de producción junto a una sensible línea de coordinaciones. Todo tiene que calzar de manera perfecta y cuando no lo hace así quedan en evidencia la falta de experiencia y conocimiento de quienes están a cargo en diseñar y construir con prefabricados. Luego terminas viendo a operarios de la empresa de prefabricados realizando reparaciones de prefabricados en obra (terreno). 

Se requiere evaluar adecuadamente la conveniencia de utilizar prefabricados de hormigón y si quieres ingresar el negocio, evaluar qué tipo de equipamiento necesitas, lugar de ubicación de la planta, mercado al que vas a ingresar, qué tipología de piezas fabricar, cómo diseñar, fabricar, y de igual manera importante, cómo transportar, montar y construir. Porque cuando hablas de prefabricados, estamos frente al mayor grado de industrialización en la construcción para alcanzar mejoras de desempeño en reducciones de plazo, alta calidad, cero generación de residuos (si así lo quieres), resiliencia en tu infraestructura, economía circular para incluso reutilización con desarme completo, eficiencia térmica en etapa temprana, y podría seguir con varios atributos que cuando se valorizan transforman la propuesta de valor de un proyecto de construcción con prefabricados en una imbatible. Cambiemos la pregunta ¿cualquier debería prefabricar?